El sector de la logística y el tránsito de mercancías entre China y Europa tiene una gran demanda, llegando a un incremento del 18% de exportaciones respecto de julio del año anterior, registrando un ritmo de crecimiento alto en lo que va del 2022.
La logística de importación de productos desde China conlleva rutas trazadas para el sector, ya sea por aire, mar, carretera y ferrocarril. Asimismo, la Nueva Ruta de la Seda de China ha impulsado el uso de la red ferroviaria que crece gradualmente para dar respuesta a este mercado y representa parte de las soluciones logísticas que se están implementando.
El transporte ferrocarril, si bien es poco flexible, los imprevistos climáticos no influyen en él, aunque no presenta rutas alternativas. Por otra parte, las emisiones de CO2 en este medio de transporte son más bajas y es más rápido que el transporte marítimo. En este último, el tiempo de destino es prolongado, pero ofrece el ingreso de mayores volúmenes de mercancías, lo que representa una compensación en la variable “tiempo”. Actualmente, hay una escasez mundial de contenedores impulsada por la pandemia y el avance del comercio electrónico, ello hace que se ralentice, aún más, el transporte marítimo. En Europa se observa un retraso en la remoción y descarga de contenedores debido al altísimo flujo de mercancías importadas.
Por su parte, el transporte aéreo es la ruta más rápida para llegar a destino, pero su costo es elevado. Asimismo, transporte por carretera también puede resultar una alternativa rentable y atractiva para determinados productos.
En comparación con Europa, China presenta una extensión muy superior a toda la superficie europea. Por consiguiente, dependiendo de la ubicación de los centros productivos, los costes del transporte varían y a ello hay que sumarle la fluctuación estacional del tráfico de mercancías.
La Ruta de la Seda a Europa, conocida también como la extensa ruta comercial terrestre y marítima de China, ha impulsado el crecimiento del país, aunque no es ajena a los problemas actuales de la logística global. Las tarifas del transporte, en todas sus tipologías, tienen un impacto directo en la cadena de suministro y en la logística de transporte. A raíz de la Nueva Ruta de la Seda entre China-Europa y debido a la capacidad limitada del transporte marítimo, creció la demanda de transporte de mercancías por ferrocarril, tanto es así que durante el año 2020 su incremento fue de hasta un 50% respecto de 2019. En este año, en julio, los datos oficiales de aduanas registraron un aumento del 18% de las exportaciones, respecto del mismo período del año anterior, lo cual refleja el ritmo más rápido del año. Todo ello ofrece un impulso alentador a la economía, aunque los niveles de demanda mundial se debilitan.